La energía solar se ha convertido hoy en día en una de las preferidas por la mayoría de los usuarios que optan por el autoconsumo. Son muchas las razones por las cuales elegir este tipo de energía, aunque las más destacada son la eficiencia y el ahorro que generan en cada vivienda. La energía solar puede ser obtenida para la generación de electricidad a través de las placas solares fotovoltaicas, pero también para generar calor a través de las placas solares térmicas. En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber sobre la calefacción con energía solar o la energía solar para calefacción. ¡Si quieres saber cómo funciona, sigue leyendo!
¿Qué es la energía solar térmica y fotovoltaica?
La energía solar térmica es aquella que aprovecha la radiación solar para transformarla en energía calórica. La instalación, en este caso, funciona con colectores que recogen y concentran el calor para producir altas temperaturas. Estos colectores pueden ser de baja temperatura —para funcionar, la temperatura necesaria debe ser de 65º C o menos— o de alta temperatura —en este caso, la temperatura necesaria para funcionar se encuentra entre los 100º C y los 300º C—. A través de ellos circula un líquido que se utiliza para ser calentado y producir el vapor. Este líquido, a través de las bombas de circulación, se desplazan por los diferentes circuitos proporcionando la calefacción del agua y de las diferentes partes del hogar.
La energía solar fotovoltaica, por el contrario, es la que se utiliza para el aprovechamiento de la radiación solar. Esta es absorbida por las placas solares hechas de silicio y convertida posteriormente en electricidad. Las placas, en este caso, pueden ser monocristalinas y policristalinas. La energía eléctrica que se genera con ellas puede ser empleada para la instalación eléctrica general de la vivienda, así como para usos específicos, como el de los electrodomésticos eléctricos destinados a la calefacción.
Calefacción por energía solar: tipos de calefacción central con energía solar
La calefacción con energía solar depende del electrodoméstico o del sistema que se utilice para ambientar el hogar. Como es obvio, esta energía renovable tiene una gran cantidad de ventajas. La primera de ellas es que supone una reducción considerable del gasto en la factura mensual; la segunda, que no contamina —lo cual supone un gran beneficio para el medio ambiente; también destaca la ventaja de contar con mayor independencia de las suministradoras de energía, sobre todo cuando estas no llegan a ofrecer el servicio en la ubicación de la vivienda. Estos son los principales tipos de calefacción por energía solar.
Calderas y calentadores
Si lo que quieres es utilizar agua caliente sanitaria (en el caso de las calderas) o calefacción para el hogar (mediante las calderas y los calentadores) lo que puedes hacer es sacarle partido a la instalación solar mediante un generador de calor. Se debe añadir tanto a la caldera como al calentador un sistema que permita aprovechar las fuentes de energía renovables. En este caso, necesitaríamos placas solares térmicas. Ten en cuenta que la principal diferencia entre calderas y calentadores es que estos últimos no proporcionan agua caliente sanitaria, a diferencia de las calderas —independientemente del tipo que sean—.
Suelo radiante y radiadores
El suelo radiante permite acondicionar una estancia —tanto con calor, como con frío— mediante la instalación de unas tuberías debajo del pavimento por las cuales circula el agua caliente —o fría, en su caso—. Estos consiguen una gran eficiencia cuando se hace uso de la energía térmica. Lo mismo ocurre al hacer uso de los radiadores, puesto que el funcionamiento es muy similar. Para ello, es necesario la utilización de placas solares térmicas.
Bombas de calor
Las bombas de calor tienen un funcionamiento muy especial y se han convertido hoy en día en una de las opciones más recomendadas para ahorrar en la electricidad del hogar. Estas aprovechan la energía de un medio frío, como puede ser el aire, el agua o la tierra, y la transmiten a otro más caliente. Sirven para proporcionar Agua Caliente Sanitaria, así como calefacción y refrigeración. Si se hibridan con energía solar puede conformarse un sistema renovable prácticamente en su totalidad —y más eficiente que cualquier otra solución—. La hibridación, en este caso, debe realizarse con placas solares fotovoltaicas ya que este electrodoméstico funciona con electricidad —además, consume muy poca energía—.
Estufas y otros sistemas eléctricos
Si optamos por llevar a cabo una instalación solar fotovoltaica en casa podemos utilizarla para la calefacción central con energía solar. La energía solar para calefacción, en este caso, funcionaría mediante la electricidad que se genera en las placas solares fotovoltaicas, lo que nos permitirá abaratar de manera considerable el uso de las estufas al tratarse de un sistema de autoconsumo. Se incluirían también, en este caso, los termos eléctricos, así como los aires acondicionados en modo calor y cualquier otro electrodoméstico eléctrico destinado a tal fin.
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Ver tienda¿Qué es mejor, la energía solar térmica o la fotovoltaica para generar calefacción con energía solar?
La respuesta es depende. Ambos sistemas de obtención de energía solar pueden hibridarse con las instalaciones de calefacción para mejorar el rendimiento en función del tipo de energía que utilicen los electrodomésticos en cuestión. Si bien es cierto que la energía solar térmica resulta muy económica —de hecho, es obligatoria en algunas viviendas de obra nueva—, lo cierto es que la energía solar fotovoltaica es más eficiente. Ahora bien, cada energía puede utilizarse en sistemas diferentes. Lo vemos de manera resumida:
- Calderas y calentadores: energía solar térmica.
- Termos eléctricos: energía solar fotovoltaica.
- Estufas, aires acondicionados, barras incandescentes y otros aparatos eléctricos: energía solar fotovoltaica.
- Bombas de calor: energía solar fotovoltaica.
- Suelo radiante y radiadores: energía solar térmica.
Ten en cuenta, no obstante, que las placas solares térmicas también pueden ser utilizadas para la producción de electricidad que podría ser aprovechada por los aparatos eléctricos destinados a la calefacción por energía solar. Ahora bien, la cantidad de electricidad producida será menor que la de los paneles solares fotovoltaicos —que se dedican de manera específica a la generación de esta energía—. Al final, todo depende del tipo de instalación que se tenga en la vivienda y de las posibilidades que esta ofrezca para poder aprovechar la energía de una o de otra forma. En cualquier caso, la inversión en energía solar siempre supondrá un ahorro a corto y a largo plazo en la factura mensual, ya sea de la luz, así como del agua o del gas.