Los paneles solares son elementos que apenas necesitan mantenimiento en los 25 años de vida útil que suelen ofrecer. Ahora bien, si queremos asegurarnos de que estamos obteniendo el mayor rendimiento posible con ellos, es fundamental que de vez en cuando llevemos a cabo una limpieza de los mismos. La limpieza de los paneles solares también puede ayudarnos a detectar imperfecciones, las cuales pueden derivar en averías más grandes si no les prestamos la atención que necesitan.
En este artículo vamos a explicarte cómo limpiar placas solares térmicas y placas solares fotovoltaicas. Te enseñamos qué productos para limpiar placas solares son necesarios, así como los accesorios que debes emplear y cada cuánto tiempo limpiar las placas solares. Sigue leyendo este artículo para aprender cómo hacerlo de manera correcta.
Productos para limpiar placas solares
Lo primero que debemos hacer antes de comenzar a limpiar los paneles solares, tanto los térmicos como los fotovoltaicos, es equiparnos con los accesorios para limpiar placas solares necesarios. Ello nos permitirá eliminar de la superficie los restos de polvo acumulado por la lluvia, así como los excrementos de los pájaros o el barro que —con el paso del tiempo— se van incrustando y ocasionan una pérdida del rendimiento de los paneles solares, pudiendo —en algunos casos— reducir un 50% la productividad esperada.
Los accesorios para limpiar placas solares son muy sencillos y los podemos encontrar prácticamente en cualquier vivienda. Estos son:
- Cubo con agua: El agua debe estar tibia, así conseguiremos eliminar la suciedad que se haya pegado con mayor facilidad.
- Accesorios para limpiar placas solares: Podemos utilizar un trapo limpio, un cepillo de poliéster con cerdas gruesas, una fregona o incluso una manguera con agua. Asegúrate de utilizar accesorios que no puedan rallar el vidrio de la placa solar.
- El jabón: Utiliza siempre un jabón neutro y aplica poca cantidad para que no haga espuma. No hagas uso nunca de líquidos abrasivos ya que estos pueden dañar la superficie del panel solar fotovoltaico o térmico.
- Pértiga: La pértiga será necesaria en los casos en los que resulta difícil acceder a los paneles solares —normalmente, cuando estos han sido colocados en un tejado con soportes del tipo coplanar—.
Cómo limpiar placas solares fotovoltaicas
Una vez que ya tenemos en nuestras manos los productos para limpiar placas solares, ya podemos proceder a limpiarlas. La forma en la que debes realizar la limpieza es la siguiente.
- Moja los paneles solares antes de comenzar a retirar la suciedad. De esta forma conseguirás que esta se reblandezca y resulte más fácil de despegar.
- Humedece el accesorio para limpiar placas solares —ya sea un trapo, una fregona o cualquier otro objeto que no pueda rallarlas—.
- Limpia el panel solar en zigzag, al igual que lo harías al limpiar las ventanas. De esta forma podrás recoger la mayor parte de la suciedad.
- Humedece el trapo o cepillo para retirar la suciedad de él.
- Vuelve a repetir el proceso hasta que la suciedad se haya eliminado por completo.
- Revisa la instalación solar para comprobar que todo se encuentra en orden.
Cómo limpiar placas solares térmicas
Para responder a cómo limpiar placas solares térmicas se debe seguir el mismo procedimiento que en los paneles solares fotovoltaicos. Al igual que en el caso anterior hay que tener cuidado con los accesorios para limpiar que utilizamos, así como los productos químicos —para evitar ralladuras y corrosiones, respectivamente—.
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Ver paneles solaresCómo realizar un mantenimiento adecuado de los paneles solares
La limpieza de los paneles solares nos permitirá detectar posibles averías, tanto en las placas solares como en el resto de elementos de la instalación —como averías en las conducciones, en las bombas de circulación o en los depósitos acumuladores, entre otras—. Ello nos servirá también para prevenir el llamado efecto hot spot —o puntos calientes— que pueden derivar, así mismo, en una disminución de la eficiencia en la zona en la que se encuentran estos puntos donde la temperatura es más elevada —y en que una o varias celdas solares dejen de funcionar—.
Un mantenimiento o plan de vigilancia adecuado supone la realización de varias operaciones —algunas de las cuales les corresponde a los profesionales cualificados, sobre todo en el caso de los paneles solares térmicos—. Como, por ejemplo, para llevar a cabo las tareas más complicadas que implican desmontar y volver a montar parte de las instalaciones para vaciar las celdas y recoger el glicol, en caso de que pueda reutilizarse.
Estas son las operaciones que deben realizarse para llevar a cabo un mantenimiento completo de los paneles solares —la mayoría de ellas aplica únicamente para las placas solares térmicas—:
- Limpieza de cristales: Tal como hemos explicado en este artículo.
- Inspección visual de los condensadores: En las horas centrales del día.
- Inspección visual de las juntas: Para comprobar si existe agrietamientos y deformaciones.
- Inspección visual del absorbedor: Para comprobar si existe corrosión.
- Inspección visual de la estructura: Para comprobar si existe corrosión.
- Inspección visual de la tubería: Para verificar que no existen fugas. Tanto del circuito primario como del secundario.
- Vaciado el purgador: Eliminando el aire del botellín.
- Inspección de la temperatura: Con un termómetro o aplicaciones de seguimiento.
- Inspección del acumulador solar: Para eliminar lodos en la parte inferior del depósito.
Cada cuánto limpiar las placas solares
Para responder a cada cuánto limpiar las placas solares podemos guiarnos por las estaciones del año. Lo recomendado es que estas sean limpiadas con una frecuencia de 3 o 4 veces al año. Nuestra recomendación es que lo hagas 4 veces, cada cambio de estación. Con ello te asegurarás que tus placas solares estén siempre limpias, pero también que no se forman puntos calientes como consecuencia de la inclinación del eje terrestre con respecto al sol y la aparición de sombras en las celdas. Es conveniente prestar atención, sobre todo, en los casos en los que las instalaciones solares se encuentran en zonas más alejadas del ecuador de la Tierra, en cuyo caso las variaciones son mayores.